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Secar plantas medicinales, módo habitual

Secar plantas medicinales a mano es el método más utilizado

Y además es de los modos más fáciles. Es un método muy  efectivo, sobretodo si no tenemos mucho material para llevarlo a cabo. Se puede realizar en cualquier espacio que tengamos disponible, un garaje, ático, cocina… El lugar debe ser seco, cálido y no tiene que recibir mucha luz solar directa.

Hay que tener cuidado en lugares que durante la noche la humedad pueda provocar que crezcan hongos o moho. Si decides hacerlo en la cocina, que no sea cerca de la estufa o del fregadero ya que el vapor y las gotas de agua pueden arruinarán el proceso.

Secado habitual plantas medicinales
Ya sabes que debes recolectar tus hierbas en un día seco y soleado, para que tengan el mínimo de humedad en su superficie. Recolecta solamente la planta que en la temporada elegida estén en su máximo crecimiento. No recolectes aquellas que estén en mal estado, secas o mustias. Y sobretodo recolecta en lugares alejados de fuentes de contaminación potencial, lejos de ciudades, caminos o carreteras.

Separa las diferentes partes de las plantas

Las hojas, ramas, raíces y flores. En caso de sólo necesitar las flores es mejor no arrancar toda la planta, hay que tratar de ser siempre amables con la naturaleza.
Para que se sequen más rápido, separa las partes de las plantas que vayas a secar, en pequeños racimos, que no sean grandes cantidades en un solo racimo, así se ventilarán mejor. Las flores es mejor que las distribuyas de tal modo que no estén muy juntas.
Cuelga de un cordel los ramilletes y mantenlos separados de tal manera que no se enreden. Da suficiente espacio para mejorar la circulación del aire.
Si va a haber mucha luz o polvo cúbrelo todo con papel.

Según la cantidad de agua que posea cada una de las partes que hayas puesto a secar, el proceso de secado puede durar entre un par de días hasta poco más de una semana.